Cuando compramos un electrodoméstico debemos de tener en cuenta su etiqueta energética y saber cuál es su significado, debido a que gran parte de nuestra factura de la luz depende de ello. Si queremos ahorrar debemos saber interpretarlas.
¿Qué son las etiquetas energéticas?
Las etiquetas energéticas de electrodomésticos sirven para dar información útil sobre el consumo de cualquier aparato que compremos. La Unión Europea categoriza los modelos a la venta otorgando diferentes distintivos según la eficiencia energética de estos.
¿Cómo se interpretan?
Las etiquetas energéticas se componen de pictogramas para que puedan ser comprendidas a simple vista, siendo indiferente cualquier idioma.
En función del porcentaje de ahorro energético se le asigna una letra y un color.
La etiqueta está compuesta por los siguientes elementos:
1. Denominación de tipo de aparato2. Identificación de modelo
3. Resumen de clases de eficiencia energética 4. Clase de eficiencia energética 5. Consumo de energía en kWh 6. Información detallada 7. Nombre de la reglamentación
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Las letras, la etiqueta energética, clasifica la calidad que tiene un electrodoméstico, van de mayor (A) a menor (D) eficiencia.
La etiqueta energética se clasifica por letra según la calidad que tenga cada tipo de electrodoméstico, estas van de mayor a menor eficiencia desde la A hasta la D.
A partir del año 2011 las etiquetas de clase G y F fueron eliminadas debido a que retiraron los modelos por su alto consumo.
Los colores sirven para interpretar el consumo siendo el rojo el de mayor consumo y el verde oscuro el más eficiente. El resto de los pictogramas hacen referencia al consumo de agua y emisión de ruidos.
Es importante saber interpretar el etiquetado energético porque supone un ahorro en el consumo de la factura de agua y de luz.
En la siguiente tabla observamos los cuatro electrodomésticos que consumen más en el hogar y su correspondiente etiqueta energética según su consumo.
El porcentaje representa el consumo de cada clase energética respecto a la clase que más consume. Podemos observar que un frigorífico de clase A+++ consume menos de un 20% de la electricidad que consume un frigorífico clase D.
Si nos centramos en el caso del frigorífico vemos que a mayor puntuación energética mayor es el ahorro. En este caso comparamos todas clases respecto a la A+++, que es la clasificación que mayor ahorro produce.
Además del ahorro económico, debemos también tener en cuenta el impacto medioambiental que supone los electrodomésticos con baja eficiencia, es decir, aquéllos que consumen mucha electricidad. Si hablamos del aparato de mayor impacto medioambiental tenemos que referirnos al frigorífico, debido a que nunca lo desconectamos.
Si sustituimos un frigorífico antiguo, de clase D, por uno de la máxima eficiencia A+++, en el primer año podemos llegar a ahorrar 68€, pero es que al finalizar la vida útil del frigorífico, unos 15 años aproximadamente, estamos hablando de un ahorro superior a los 1.000€, por lo que el electrodoméstico prácticamente se habrá pagado sólo.
La importancia de una buena elección de nuestros electrodomésticos nos permitirá ahorrar dinero en nuestra factura de la luz y ser más respetuoso con el medio ambiente, y todos te lo agradeceremos.
Fuente: Atari Consultora Sostenible; Enerplus